Análisis visual de los libros «La madre y la muerte» y «La partida»

 

Por Carla Salazar Luci

 

La muerte es uno de los temas más desafiantes de abordar para cualquier individuo. Dentro del ámbito cultural, por ejemplo, en las artes, el cine, la música y la literatura, no es distinto, sobre todo si es un producto destinado a un público infantil y juvenil. Hace algunos años se consideraba un tema tabú, del que no se hablaba, o se hablaba bajito, casi como un susurro, pero en los últimos tiempos eso ha cambiado, pues muchos se han atrevido a publicar obras que plantean esta temática desde diversas perspectivas. Gracias a esto los niños, niñas, adolescentes y jóvenes tienen un abanico más amplio de alternativas para explorar esta materia, conversar, incluso reflexionar, por medio de propuestas novedosas que trabajan el tema de distintas materialidades y formatos.

Una de las obras que lo hace y de manera atractiva es el libro doble La madre y la muerte / La partida de los escritores Alberto Chimal (mexicano) y Alberto Laiseca (argentino) y el ilustrador Nicólas Arispe (argentino), publicado el 2015 por el Fondo de Cultura Económica de México. Esta obra es considerada uno de los mejores libros de literatura infantil y juvenil por el periódico El Norte en 2015 y ha sido premiado en 2016 por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM) y seleccionado por White Ravens el mismo año.

Por su definición de libro álbum, es una obra muy interesante de afrontar ya que, tiene una multiplicidad de entradas, lecturas, capas, intertextos y trabajo desde su materialidad, lo que la hace muy fascinante y desafiante de analizar, al tiempo que permite realizar múltiples preguntas, por lo perturbador de su temática, por el nivel de detalle de sus ilustraciones y por su relación verboicónica.

La materialidad aporta tanto a la experiencia lectora como al sentido que se le da al momento de la interpretación de la obra, por lo que no se puede obviar ni pasar por alto. Es un libro de tapa dura con cartón a la vista y lomo de tela negra que hace que a priori dé cuenta de la crudeza que el lector va a encontrar en el texto y las ilustraciones.  Las guardas no están muy alejadas de esto, ya que son de un solo tono, un color metalizado que hace referencia a las lápidas, al frío que produce la sensación a su tacto. Las portadillas de cada historia remiten a cada cultura en las que se inspiraron las ilustraciones son, en el caso de «La madre y la muerte», una ardilla con una especie de máscara azteca; y en «La partida» es el arcángel Raguel. Ambas portadillas se analizarán más adelante, pero dan cuenta del cuidado de la edición y la importancia de los detalles, y de lo pensado que está el objeto libro como tal. Al ser una obra de doble cara, cuenta con dos portadas, hechas en serigrafía en negro con color plateado. El cuento de «La madre y la muerte» muestra un soldado de la Primera Guerra Mundial caracterizado con una calavera, lo que ya nos sitúa en un contexto perturbador y macabro de lo que se vivió por muchas madres y familiares en ese hito histórico (sin ser la narración por contar). Por otro lado, «La partida» presenta las típicas fotografías infantiles postmortem, que nos contextualiza en la cultura mexicana y sus ofrendas a la muerte.

 

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Proyecto financiado por el Fondo del Libro y la Lectura, Convocatoria 2022.

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