Dossier La Otra LIJ: ¿Qué se edita cuando se edita? Reflexiones sobre la edición en la literatura infantil y juvenil

 

Un hogar para Lía de Luis Peña Álvarez
Un hogar para Lía de Luis Peña Álvarez

 

 

¿De qué hablamos cuando hablamos de edición de LIJ?

 

Nuestra labor como editores se vuelve cada vez más compleja, tanto por la época en que vivimos como por los contextos sociales que nos rodean, las temáticas que debemos escoger, las líneas editoriales y la relación con lectores y escritores. Son tantos los factores que nos involucran que nuestro trabajo se pone cuesta arriba y nadie habla de eso.

Si nos vamos a la definición de la RAE, esta nos dice que un editor «es la persona que publica por medio de la imprenta u otro procedimiento una obra, ajena por lo regular, un periódico, un disco, etc., multiplicando los ejemplares». En mi opinión, los editores somos más que eso. Nuestra labor tiene tantas aristas que es imposible llegar a una definición que abarque todo. Ante todo, somos lectores que seleccionamos, valoramos y depuramos un texto. Para eso debemos ser críticos y apasionados por un trabajo que implica corregir, darle sonido, ritmo, coherencia y legibilidad, ayudar a que el texto del autor sea mejor.

Somos, además, promotores de nuevos autores y obras que aporten a nuestro catálogo. Debemos preocuparnos de estar al corriente de tendencias de diseño y diagramación, seguir atentos a los movimientos del mercado nacional e internacional, mantenernos informados de los intereses de nuestros lectores, e insertos en el entorno cultural, político y económico de nuestro país y el mundo, tener contacto directo con las imprentas, conocer sus precios e insumos de producción, comprender las diferencias de las distintas líneas editoriales, y todo esto debemos realizarlo como un gran mago invisible para que el resultado del trabajo haga destacar solo al autor.

Si nos enfocamos en las temáticas de terror y misterio, quienes editamos debemos realizar una depuración mucho más cuidadosa, de su estética gráfica y narrativa, sobre todo si es una edición que va dirigida a un público infantil y/o juvenil, debido al valor del mensaje que transmite, ya que las miradas críticas siempre estarán pendientes de lo que se publica.

En la editorial Plazadeletras y su sello Pozo de Arena, queremos que nuestros libros se alejen de las vertientes de lo habitual, a través de obras que el adulto teme mediar, especialmente cuando se trata de temáticas como el terror, lo gótico y el misterio, por el prejuicio de ser perturbadoras e inquietantes. Es ahí donde nosotros como editores nos encontramos en la compleja labor de erradicar ciertas creencias y preocupaciones que, como sociedad adultocéntrica, nos hemos impuesto, produciendo libros cuya estética y calidad hagan que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes disfruten.

Teniendo en cuenta lo anterior, debemos preguntarnos ¿hasta qué punto estamos dispuestos o preparados de manera consciente para saber cuáles son los límites en la edición de un texto (visual o textual)? ¿Hasta qué punto el editor es responsable de publicar una obra que sea políticamente incorrecta o perturbadora, o de censurar un texto o imagen e incluso de infantilizar a un lector? ¿Dónde se ubica esa delgada línea en que el editor debe luchar y defender una obra que cree y siente que tiene valor?

¿Hasta dónde el editor cumple con una función que se define como línea editorial? ¿Qué decisiones debe tomar frente a temáticas complejas? ¿Debe cuestionarse lo que transmite la obra o edita pensando solo en convertirla en un éxito de ventas? ¿Cuál es el punto en que se sobre edita o sobre corrige una obra? O, por el contrario, ¿debe dejarla tal cual porque el autor lo quiso así?

En pocas palabras, nuestra labor como editores es primordial en la industria del libro. Nuestra función no es neutra, es simultánea y muy poco se sabe de ella. Las palabras usadas, las imágenes insertas, los paratextos utilizados, el contexto que acompaña a la obra, todo ello comunica un mensaje que el lector absorbe, toma como propio y lo hace suyo, como bandera de lucha o modelo a seguir.

Finalmente, son demasiados los factores que inciden en nuestra labor editorial y muchos de ellos determinan el éxito o fracaso de una obra. Nuestro desafío como Pozo de Arena es que aun cuando produzcamos obras cuyas temáticas y estéticas se alejan de lo habitual, estas sean capaces de sorprender al lector y ofrecerles una grata experiencia lectora.

 

Carla Salazar, editora

 

Proyecto financiado por el Fondo del Libro y la Lectura, Convocatoria 2022.

 

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Participantes:  01. La Otra LIJ / 02. Dossier Edición / 03. Akanni Ediciones / 04. Cabeza Hueca / 05. Claraboya / 06. Cocorocoq / 07. Desastre Natural / 08. Ediciones RB / 09. Loba Ediciones / 10. Muñeca de Trapo / 11. Pez Espiral / 12. Plazadeletras / 13. Saposcat / 14. Tríada Ediciones / 15. Vasalisa / 16. Viaje Literario

 

 

Proyecto financiado por el Fondo del Libro y la Lectura, Convocatoria 2022.

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